Comprendiendo el TEA y el TDAH: Cómo detectar y diferenciar estas condiciones neurológicas
- Trastorno del Espectro Autista (TEA).
- Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
- Variaciones en las características del TEA en diferentes individuos.
- Evaluación y diagnóstico del TEA.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) y el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) son dos condiciones neurológicas que pueden presentar similitudes en su sintomatología, lo cual puede dificultar su diagnóstico diferencial.
Sin embargo, es importante destacar que son trastornos distintos, con características específicas que los diferencian.
El TEA es una neurocondición que afecta diversas funciones cognitivas y conductuales, presentando alteraciones en la comunicación y el lenguaje, habilidades sociales, funciones ejecutivas, aprendizaje y forma de juego.
“El autismo aún no está definido, seguimos aprendiendo y no vamos a terminar de aprenderlo, porque justo se cambia a trastornos del neurodesarrollo porque se detecta o se encuentra que la falla principal está en el cerebro.”
Alhy Montesinos
Maestra
Es importante desmitificar la idea de que las personas con TEA viven en otro mundo, ya que conviven con nosotros en nuestro mundo.
Características comunes que indican la presencia de TEA en niños
Las alteraciones en su cerebro pueden generar una hipersensibilidad, lo que significa que reciben estímulos de manera excesiva y al mismo tiempo. Esta hipersensibilidad se manifiesta tanto en el ámbito auditivo como en el táctil, haciendo que perciban ciertos sonidos y texturas de manera intensa.
“Problemas de comprensión del lenguaje, dificultad para hablar, problemas sociales y posibles dificultades sensoriales pueden ser signos que indiquen la sospecha de autismo en un niño.”
Yolanda Vallet
Psicoterapeuta Gestalt y Certificada en TDAH
Debido a esta sobrecarga de estímulos, les resulta difícil relacionarse y expresar sus emociones, lo que puede llevar a la manifestación de estereotipias, es decir, movimientos repetitivos que utilizan para regular sus emociones.
Es importante mencionar que las personas con TEA sí experimentan emociones y sentimientos, a pesar de los mitos que circulan sobre ello. Si bien pueden tener dificultades para regular sus emociones, esto no significa que no puedan tener berrinches o experimentar diferentes emociones como cualquier otra persona.
Cada individuo con TEA es único y puede presentar una variedad de características, por lo que no se puede generalizar ni definir al TEA en limitantes. Además, el grado de ayuda que necesita una persona con TEA varía, desde necesitar aprender a estructurar oraciones gramaticalmente hasta requerir ayuda para verbalizar.
Es por esto que el TEA se llama “espectro”, porque depende del grado de ayuda necesario y de la amplia gama de características que puede presentar.
Diferencias entre el TEA y el TDAH
Por otro lado, el TDAH es un trastorno que se caracteriza por la hiperactividad, la dificultad para prestar atención y controlar los impulsos. Las personas con TDAH suelen tener una actividad motora excesiva, problemas para seguir instrucciones y dificultad para organizar y completar tareas.
A diferencia del TEA, el TDAH se centra principalmente en la atención y la regulación del comportamiento, y no presenta las alteraciones en la comunicación y el lenguaje características del TEA.
Para diferenciar el TEA del TDAH, es importante acudir a evaluaciones y pruebas realizadas por especialistas en salud mental. Estas pruebas pueden ayudar en el diagnóstico, como el M-CHAT, una prueba utilizada en la evaluación del TEA.
Pruebas para detectar el autismo en niños
También existen otras pruebas, como la entrevista ADR, el A2-2 y el PEP, que ayudan a detectar el autismo. Asimismo, se pueden utilizar pruebas como WIPSI y ENI para evaluar las funciones neurológicas.
“Dependiendo del diagnóstico y las características del niño, las mejores terapias para un niño con TEA pueden variar.”
Alhy Montesinos
Maestra
En conclusión, el TEA y el TDAH son dos trastornos neurológicos distintos, aunque puedan presentar similitudes en su sintomatología.
El TEA se caracteriza por alteraciones en la comunicación, el lenguaje, las habilidades sociales y la hipersensibilidad sensorial, mientras que el TDAH se centra en problemas de atención, hiperactividad y control de impulsos.
Para diferenciar correctamente entre ambos trastornos, es necesario acudir a evaluaciones y pruebas realizadas por especialistas en salud mental. Solo así podremos brindar el apoyo y la ayuda necesaria a las personas que puedan estar experimentando estos trastornos, mejorando así su calidad de vida.