La importancia de enseñar a los niños a manejar la frustración desde temprana edad
- La importancia de la tolerancia a la frustración.
- Trabajar la frustración desde niños para desarrollar la tolerancia.
- Validar las emociones y trabajar la gestión emocional.
La frustración es una emoción secundaria que experimentamos cuando las cosas no salen como las esperábamos o cuando no conseguimos lo que deseamos. Es una mezcla de emociones como el enojo, la tristeza y el miedo.
Todos experimentamos frustración en nuestras vidas diarias, pero es especialmente importante aprender a manejarla desde una edad temprana. En el caso de los niños y niñas con trastorno por déficit de atención, esta tarea puede resultar aún más desafiante.
Desarrollo de la tolerancia a la frustración: “Lo importante radica en la forma en cómo lo fuimos experimentando desde pequeños”
Laura del Angel
Psicóloga
Dificultades al enseñar a niños con TDAH a manejar la frustración y cómo superarlas
Las emociones básicas en los niños y adolescentes son la alegría, el miedo, la tristeza y el enojo. Estas emociones básicas pueden dar lugar a las emociones secundarias, como la frustración. En el caso de los niños con trastorno por déficit de atención, la frustración puede manifestarse de diversas formas, como rabietas, berrinches o llanto.
Esto se debe a que los niños con TDAH suelen tener dificultades para esperar, expresar sus necesidades y desarrollar empatía hacia los demás. Quieren tenerlo todo en el momento y se sienten frustrados cuando no lo consiguen.
Validación de emociones: “Creo que es muy válido, es decir, para mí es sumamente importante validar las emociones. Todos tenemos derecho a enfadarnos, entristecernos y sentir miedo.”
Yolanda Vallet
Psicoterapeuta Gestalt y Certificada en TDAH
Es crucial que los padres y cuidadores enseñen a los niños con TDAH a manejar la frustración desde una edad temprana. Sin embargo, debido a las características propias del trastorno, esto puede resultar más complicado.
El trastorno por déficit de atención afecta al funcionamiento del lóbulo frontal del cerebro, que está relacionado con el control emocional. Además, las funciones ejecutivas, que incluyen la autorregulación y la tolerancia a la frustración, también se ven afectadas en los niños con TDAH.
¿Cómo mejorar nuestras habilidades emocionales y el manejo de la frustración?
Es importante recordar que todas las emociones son válidas y que todos tenemos derecho a sentirnos enojados, tristes o asustados. Sin embargo, es fundamental aprender a manejar esas emociones de manera adecuada.
No debemos permitir que nuestras emociones se desborden y lastimen a los demás o a nosotros mismos. Es importante encontrar formas saludables de expresar y controlar nuestras emociones.
“Todos debemos sentirnos libres para expresar nuestras emociones. ¿El problema? A veces, debido a la falta de educación emocional, perdemos el control.”
Laura del Angel
Psicóloga Clínica Infantil
Estrategias efectivas para enseñar a los niños a manejar la frustración
En el caso de los niños y niñas con TDAH, es crucial trabajar en el desarrollo de habilidades como la asertividad, la empatía y la resiliencia emocional. Aunque el manejo de la frustración puede resultar más difícil para ellos, es posible trabajar en ello.
Sin embargo, es necesario ser más persistente y repetitivo en la aplicación de estrategias y actividades que ayuden a desarrollar estas habilidades.
Además del papel de los padres y cuidadores, también es importante que los niños con TDAH reciban apoyo profesional. Los terapeutas y especialistas en el trastorno por déficit de atención pueden brindar estrategias y herramientas específicas para ayudar a los niños a manejar la frustración de manera más efectiva.
En resumen, la frustración es una emoción secundaria que todos experimentamos en nuestras vidas. En el caso de los niños y niñas con trastorno por déficit de atención, esta emoción puede resultar aún más desafiante de manejar.
Es fundamental que se les enseñe a manejar la frustración desde una edad temprana, pero también se debe tener en cuenta las dificultades adicionales que presenta el trastorno.
Con el apoyo adecuado y la implementación de estrategias específicas, los niños con TDAH pueden aprender a manejar la frustración y desarrollar habilidades emocionales importantes para su bienestar a largo plazo.