Consejos prácticos para modificar conductas no deseadas en casa y escuela
- Diferencia entre conductas apropiadas e inapropiadas.
- Utilizar el término de “consecuencias” en lugar de “castigo”.
- Identificación de problemas de hiperactividad.
- Evitar castigos constantes y crear un ambiente estimulante.
¿Por qué las estrategias que implementamos no dan el resultado deseado?
En el video de hoy, Juan Carlos y Yolanda nos hablan sobre estrategias que podemos implementar tanto en la casa como en la escuela para modificar la conducta de los niños.
Muchas veces, los padres y docentes nos encontramos con la situación de que las estrategias que utilizamos no nos dan los resultados esperados. Nos preguntamos por qué, si ya hemos puesto límites, hablado de manera amable, premiado o castigado, no obtenemos los resultados deseados.
Es importante reconocer que existen dos tipos de conductas: las apropiadas, como tender una cama, y las inapropiadas, como gritar o pegar. Para modificar estas conductas, debemos hacer uso de estrategias distintas.
Uno de los términos que se utiliza comúnmente es el castigo, pero es preferible hablar de consecuencias. A menudo, los padres recurren a dispositivos electrónicos como la tablet o el celular para castigar a sus hijos, ya que creen que es lo que más les duele.
Disciplina positiva: “Los incentivos funcionan más que los castigos, aún en los adultos.”
Juan Carlos Perez Castro
Director general de ProyectoDAH
Sin embargo, debemos tener cuidado, ya que muchas veces estas estrategias pueden afectar la autoestima de los niños, disminuir la comunicación y provocar rebeldía. Es importante analizar y comprender por qué utilizamos estas estrategias y cómo pueden afectar a nuestros hijos.
Cuando nos enfrentamos a conductas disruptivas o negativas, nos preocupamos más y tendemos a tratar de eliminarlas de manera drástica. Esto puede distraernos de entender la causa de estas conductas y cómo podemos atenderlas de manera más efectiva.
Por ejemplo, cuando un niño necesita ir al baño en el salón de clases, puede generar tensión entre el niño y el profesor.
Usar un semáforo en el aula para controlar el comportamiento de los niños
Para evitar esto, se puede implementar una estrategia utilizando un semáforo que indique si el baño está libre (verde) o ocupado (rojo). De esta manera, el niño puede salir sin generar interrupciones y el profesor puede mantener el control del grupo.
Es importante crear ambientes similares tanto en casa como en la escuela para manejar el comportamiento de los niños. Esto implica establecer reglas claras y consecuencias positivas en lugar de enfocarse solo en castigos. La disciplina positiva ha demostrado ser más efectiva que los castigos, tanto en niños como en adultos.
“No se debe a tu deseo de hacerlo o a tu actitud desobediente o desafiante, sino a la falta de conexión neuronal en la parte prefrontal, lo cual dificulta tu capacidad para hacerlo correctamente y aprender rápidamente como otras personas.”
Yolanda Vallet
Psicoterapeuta Gestalt y Certificada en TDAH
Otro aspecto a tener en cuenta es la importancia de identificar problemas subyacentes. Por ejemplo, un niño que sale constantemente al baño puede tener problemas de salud o simplemente necesitar moverse.
Es fundamental que los docentes estén atentos a estos comportamientos para poder identificar cualquier otra problemática y brindar el apoyo necesario.
Entender las dificultades neurobiológicas de los niños
Además, es fundamental comprender que cada edad tiene sus propias dificultades. Por eso, es necesario adaptar las estrategias a las necesidades específicas de los niños. Una estrategia que se destaca y que puede ser aplicada en todas las edades es el sistema de puntos o economía de fichas.
Este sistema consiste en premiar y estimular los buenos comportamientos, en lugar de enfocarse únicamente en lo negativo.
Estas estrategias nos ayudan a fomentar comportamientos positivos, crear un ambiente estimulante y seguro, y mejorar la relación entre padres, docentes y niños. Es importante recordar que querer y poder son dos cosas diferentes, y que debemos ser comprensivos y flexibles con nuestros hijos, especialmente si tienen dificultades neurobiológicas que pueden afectar su comportamiento y aprendizaje.
“Si un niño o adolescente en clase muestra comportamientos repetitivos y negativos que podrían indicar TDA, es importante atenderlos, diagnosticarlos y tratarlos, ya que estos comportamientos no se corregirán por sí solos.”
Juan Carlos Perez Castro
Director general de ProyectoDAH
“Si un niño o adolescente en clase muestra comportamientos repetitivos y negativos que podrían indicar TDA, es importante atenderlos, diagnosticarlos y tratarlos, ya que estos comportamientos no se corregirán por sí solos.” — Juan Carlos Perez Castro
En resumen, para modificar la conducta en casa o en la escuela es importante identificar y diferenciar las conductas apropiadas e inapropiadas. Debemos utilizar estrategias adecuadas para cada tipo de conducta y evitar recurrir únicamente a castigos.
Es fundamental estimular comportamientos positivos, utilizando sistemas de puntos y premios. Además, debemos estar atentos a posibles problemas subyacentes y brindar el apoyo necesario. Recordemos que el objetivo principal es crear un ambiente seguro, estimulante y positivo para nuestros hijos.